Entrevista a Michela Mezzavilla y Roberto Eleuteri, fundadores del estudio reMM
Entrevista a Michela Mezzavilla y Roberto Eleuteri, fundadores del estudio reMM

Hablar de reMM es hacerlo de sus fundadores, Roberto Eleuteri y Michela Mezzavilla, un dúo creativo que mediante la arquitectura y la iluminación ha dado forma a un vasto universo de emoción y belleza. Su campo de acción es tan amplio como su capacidad de aplicar soluciones singulares, inteligentes e innovadoras. Un ejemplo es su último trabajo, el laboratorio Lluria Xperience, una investigación que explora los límites de la percepción espacial.

Los dos sois de procedencia italiana. ¿Qué os llevó a fundar y establecer vuestro estudio reMM en Barcelona?

Hace unos años Barcelona era un hub arquitectónico muy activo y atractivo para los jóvenes arquitectos. Llegamos a esta ciudad cada uno por su cuenta, siguiendo recorridos distintos, pero casi paralelos, después de muchos viajes en los que buscamos conocer de primera mano el trabajo de los grandes maestros de la arquitectura europea y después de, curiosamente, pasar ambos por experiencias profesionales en Austria. Barcelona nos pareció el lugar perfecto para establecernos y fundar un estudio, combinando una vida cultural estimulante y un cielo azul que parecía irreal después de los años pasados en los países nórdicos.

¿Es indiscreción preguntaros cómo os conocisteis?

Coincidimos en un despacho de arquitectura de Barcelona a principios del 2000. Pero antes de la arquitectura, nos acercó la pasión por el viaje y el vínculo emocional con el Mediterráneo y todos sus matices culturales, cromáticos y luminosos. Nos dimos cuenta que los dos observábamos la realidad a través de su luz: Roberto a través de su cámara de fotógrafo y Michela con su mirada de diseñadora de iluminación.

Aunque los dos sois arquitectos, es cierto que Michela se ha especializado en iluminación arquitectónica y artística. ¿Cómo se traduce esta especialización en vuestros proyectos y forma de trabajar?

Se generan unas sinergias interesantes, haciendo que nuestros proyectos conjuntos de arquitectura e iluminación se potencien mutuamente en un proceso de idas y venidas entre decisiones de materiales, geometrías y soluciones lumínicas. Poder trabajar codo con codo nos permite desarrollar una percepción conjunta del espacio, para luego irlo puliendo en la definición de los materiales y de las geometrías, hasta el último detalle del proyecto ejecutivo. Esto nos favorece especialmente en los proyectos residenciales y comerciales que precisan personalización, atención al detalle, y una pizca de innovación para generar espacios emocionantes y singulares.

¿La luz es uno de los materiales que, gracias a su digitalización, ha tomado más relevancia en el ámbito de la arquitectura?

La digitalización de la luz ha abierto muchas posibilidades en la arquitectura, desde el control de escenarios lumínicos, a la perfecta integración con otros sistemas o instalaciones. Hay soluciones de iluminación capaces de desmaterializar la arquitectura misma, o de convertirla en soporte de información o de experiencias. La luz artificial ya no es un material estático, si no que gracias a su digitalización proporciona soluciones para que la arquitectura sea cada día más sostenible y más centrada en las necesidades de las personas.

Uno de vuestros últimos proyectos en común es el laboratorio Lluria Xperience. ¿Qué podéis contarnos sobre este espacio interactivo?

Es un espacio pensado para que arquitectura, materiales, luz y sonido generen una experiencia inmersiva única en cada visitante. Se trabajaron diferentes aspectos sensoriales jugando con la percepción espacial del entorno. El visitante accede a un hall de gran altura y percibe una sensación de expansión vertical, que en el futuro está previsto enfatizar aún más. A continuación entra en un espacio de compresión, muy oscuro, cuyos límites físicos y lumínicos son inciertos, para luego llegar a la sala principal, donde se busca trasmitir una sensación de expansión lateral y en profundidad, gracias al juego de reflexión y difusión de las superficies principales. Se han empleado materiales con propiedades lumínicas muy específicas, por ejemplo, difusión perfecta, absorción total, especularidad… que, junto con la iluminación dinámica, hace que la percepción del entorno pueda cambiar por completo en infinitas combinaciones, generando efectos ópticos y espaciales inesperados.

Por lo que contaís Lluria Xperience es un espacio inmersivo e inspiracional. ¿A quién va dirigido?

Nuestro objetivo ha sido que el profesional de la arquitectura y el interiorismo, incluso los artistas, puedan encontrar inspiración disfrutando del espacio según dos modalidades. La primera, experiencial, inmersiva y sensorial, envolviéndolo a nivel perceptivo a través del dinamismo de color y sonido y los juegos visuales de reflexión en el espacio. La segunda modalidad de fruición del espacio implica una mirada diferente, más atenta y racional, ya que se ilustran aplicaciones de iluminación técnicas y de detalle, que permiten encontrar sugerencias o soluciones concretas para diferentes tipos de proyectos.

¿Estáis satisfechos con el resultado?

En este proyecto teníamos un reto: que los materiales y las geometrías estuvieran completamente definidos por la luz, llegando a disimularse visualmente, bajo algunas condiciones lumínicas, los límites entre cerramientos, suelo y paredes. Por eso, no hay nada “estándar”, todo se dibujó a medida, incluso algunos acabados se realizaron especialmente para el proyecto. Estamos encantados con el resultado, y también con la disposición tanto de Lluria, que estuvo muy abierta en todo momento a nuestras propuestas, como de la constructora Gecom, que ejecutó los trabajos con gran profesionalidad y atención al detalle.

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