Entrevista a Javier Gorriz, fundador de DCI Lighting Design
Entrevista a Javier Gorriz, fundador de DCI Lighting Design

Dar nueva vida a los lugares de alto valor histórico a través del dominio de la luz es una de las señas de identidad de este diseñador de iluminación audaz y apasionado que sabe convertir los retos en oportunidades. Su trabajo más reciente en la Iglesia del Sagrado Corazón de Melilla, realizado mano a mano junto a José Antonio Fernandez de Chacel 8 Arquitectura, es una excelente muestra de su capacidad de resaltar la belleza escondida de los bienes culturales mediante soluciones tecnológicas.

¿En qué momento se despertó en ti el interés por la iluminación? ¿Hubo algo que lo desencadenara o más bien se desarrolló a lo largo del tiempo?

Trabajando como gerente en una empresa de instalaciones eléctricas detecté que faltaban profesionales expertos en iluminación, ya que cuando necesitábamos orientación, o desarrollar cálculos, casi teníamos que ponernos de rodillas suplicando ayuda. Esto, sumado a un periodo de mi vida en el que necesitaba un cambio, hizo que tras investigar un poco descubriera la figura del lighting designer y el master de diseño de iluminación de la Escuela de Arquitectura de Madrid. Me apunté, cursé los estudios y a partir de entonces mi vida cambió totalmente.

Fachada del Fuerte Victoria Grande en Melilla

¿Fue en ese punto cuando decidiste establecerte de forma independiente?

En 2013, coincidiendo con la entrega de la tesina del master en lighting design, me encargaron desarrollar la iluminación en el Fuerte Victoria Grande de Melilla. Así que a finales del mismo 2013 ya fundé mi estudio DCI Lighting Design. Tenía la certeza que quería dedicar mi vida profesional a esta disciplina. 

Fuerte Victoria Grande en Melilla

No pudiste empezar tu carrera de mejor forma, el Fuerte Victoria Grande en Melilla además de «ponerte en el mapa» te hizo ganar varios premios de iluminación a nivel internacional.

En mis años como gerente de la empresa de instalaciones eléctricas había colaborado con José Antonio Fernández de Chacel 8, así que al terminar el master me presenté, le hablé de la figura del diseñador de iluminación y le ofrecí mis servicios. Debí ser tan entusiasta que decidió darme una oportunidad justamente en un proyecto de tanta envergadura como el del Fuerte, en el que tuvimos la oportunidad de desarrollar la iluminación al mismo tiempo que la arquitectura. Si yo necesitaba un pase de instalaciones, un foseado u ocultar una luminaria tenía la oportunidad de consensuarlo y estudiarlo directamente con él. Juntos desarrollamos la historia que queríamos contar sobre el espacio y logramos que la luz fuera un elemento constructivo esencial dentro de la rehabilitación.

Iluminación del patio interior del Fuerte Victoria Grande

Sin duda fue una excelente oportunidad de poner en practica tus estudios y conocimientos.

Yo acababa de terminar el master, pero José Antonio explotó todos mis recursos. Recuerdo que en la primera visita de obra que hicimos juntos, el espacio estaba completamente en ruinas y la noche era fría, de intensa lluvia y viento, me dijo «No sé cómo lo vas a hacer, pero yo aquí quiero magia» y añadió «No quiero un espacio iluminado, sino que la luz dialogue con la arquitectura, con las cicatrices que la historia ha dejado en sus paredes». Aunque tenía mucha experiencia en instalaciones, la verdad es que en ese momento un proyecto así, en el que debía dibujar texturas con la luz y transportar a los futuros visitantes a otra época, parecía un objetivo inalcanzable para mí. Pero me lo tomé como un gran reto y durante dos meses me dediqué solo y exclusivamente a trabajar en todos y cada uno de los detalles y en la dirección de obra. Fue un esfuerzo grandísimo.

Iluminación del Fuerte Victoria Grande en Melilla

Tu última colaboración con Chacel 8 Arquitectura ha sido en la rehabilitación de la Iglesia del Sagrado Corazón de Melilla. ¿Qué papel ha jugado la iluminación?

La iglesia ya había pasado por varias fases de rehabilitación y en esta ocasión tocaba a la instalación eléctrica y la iluminación. Como director de obra, José Antonio de Chacel 8 volvió a contar con nosotros, ya que es un gran defensor de los equipos multidisciplinares en los que los distintos profesionales aportan su visión al proceso constructivo. En este caso también intentamos contar una historia a través de la luz y la arquitectura. También fue un proceso duro y complicado por las condiciones de las instalaciones y porque siempre intentamos que las luminarias se integren en la arquitectura para que el protagonista sea el propio espacio.

Iglesia del Sagrado Corazón de Melilla

En el Sagrado Corazón has utilizado luminarias de Lluria. ¿Qué efectos de luz te han permitido obtener?

En el proyecto hemos utilizado perfiles de iluminación lineal con óptica asimétrica. Sobre los capiteles de las naves laterales hemos integrado la iluminación de forma que la distribución de la luz sobre los arcos sea más diluida a lo largo de todo el arco. También en la bóveda principal hemos implementado una tira de LED especial que gira en el sentido opuesto al habitual y que nos ha permitido obtener una iluminación de la cúpula muy homogénea y oculta a la vista del observador. Nos gusta trabajar con Lluria, confiamos en ellos. La calidad es óptima y siempre nos dan muchas facilidades en cuanto al suministro de material cortado a medida.

Iluminación de la Iglesia del Sagrado Corazón con iluminación lineal de Lluria

¿Dirías que la luz es uno de los mejores materiales para la construcción?

¡Que voy a responder yo si soy un apasionado de la luz! Personalmente no concibo un espacio sin que la luz sea el material constructivo que permite transformar la arquitectura. Me gusta contar que un espacio arquitectónico debe tener más de una lectura: la que aporta la luz natural a la propia arquitectura y la de la iluminación artificial que permite captar la atención del observador y crear nuevos acentos.

Iglesia del Sagrado Corazón de Melilla

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